El alza del 8 al 21 por ciento de este impuesto puede dejar a muchos fans con recursos limitados sin ver a sus artistas favoritos, aunque no parece que vaya a afectar ya a Lady Gaga, que casi ha puesto el cartel de no hay entradas para su concierto del 6 de octubre en el Palau Sant Jordi, a pesar de que no son precisamente baratas (entre 55 y 106 euros).
Edu Möller, portavoz de la promotora Live Nation, que trae a España la gira de la excéntrica cantante neoyorquina, ha reconocido que la subida del IVA en las entradas va a ser un duro golpe para la música en directo, porque los bolsillos de los espectadores ya están "muy tocados" por la subida de los precios en general. En este sentido, Möller apunta que hacer ajustes de los porcentajes para mantener el precio final de las entradas resulta muy complicado, por lo que al final se tendrá que repercutir en lo que pagan los espectadores.
"Hay poca capacidad de maniobra", remarca. En la misma línea, la gerente de la agencia y productora Wonderland, María Torras, señala que si la crisis ya había reducido el número de conciertos, la subida de 13 puntos del IVA supondrá casi el "tiro de gracia, porque con la economía en este estado mucha gente lo primero que se quita de sus gastos es la cultura".
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